mirando a través del espejo

Odio los espejos, te muestran una realidad mucho más cruda de la que es, muestran todo sin tapujos ni miramientos, haciéndote ver aquello para l que crees estar preparada, o enseñándote tu propio reflejo de una manera que desconocías.

Llevo odiando los espejos desde los 15 años, desde que por culpa de un chico miré fijamente el espejo de la habitación de mis padrs y me mostró todo aquello que me había dicho. Los espejos son sinceros, y lo que nadie había tenido valor de decirme, él estaba ahí para decirlo.

Desde ese día, muchas veces miro los espejos con respeto y odio, sólo porque ellos son capaces de decirme aquello que no desearía oír, pero que en ocasiones es necesario. Cuántas veces he (y hemos oído) que lo que importa es el interior, que no sirve de nada ser hermosa para conquistar, para ser admirada, y ella él y te dice, sin temor “mentira, pequeña. Importa que tengas una sonrisa sexy, un cuerpo de escándalo y todo bien puesto”. Se agradece la sinceridad del espejo, aunque haya veces en que duela y una lágrima caiga por el rostro: la sinceridad duele, y hay que saber vivir con ella.

Hoy me he vuelto a mirar en el espejo y en su reflejo me he vuelto a ver a mi misma, con mi pequeña sonrisa y una mirada triste, y me ha susurrado “sigue sin gustarte lo que ves y sigues luchando por ello”


Llenándome de música con...Damien Rice:The Blower's Daughter